De como tumblr salvó mi blog

Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a cambiar radicalmente el blog. Sentía que necesitaba una revolución más allá de un rediseño, una especie de nuevo comienzo... Pero al mismo tiempo tenía demasiado cariño a lo que véis como para derrumbarlo y construir sobre los cimientos. Así que simplemente lo abandoné. Sin un dramático anuncio, sin pensar si sería definitivo o no. Escribía cuando de verdad tenía ganas de contar algo, y de pronto ya no tenía.

Me centré en otras cosas más analógicas, como los Zebrabirds (mi grupo), dibujar con lápices o la pesca submarina (esto último no lo he hecho ni una sola vez, pero creo que estaba centrado en ello de algún modo).No por ello he apagado el ordenador... He seguido twitteando, leyendo feeds, comentando o usando la Wikipedia... Incluso (pese a que renegaba de la idea del servicio) me decidí abrir un Tumblr compartido con mi amigo Nano. Nos dio por hacer fotos y retocarlas con el iPhone y no se me ocurrió otro sitio en el que fuese fácil subirlas y enseñarlas en la oficina. Ahí sigue La Cosa Boba, sin ninguna pretensión y abierto a más colaboraciones.

Tengo que reconocer que Tumblr. me conquistó mucho más rápido de lo que nunca hubiese creído. Por su toque de comunidad y su inmediatez, da la sensación de ser menos complicado que un blog basado en Wordpress. Cuando abrí Sentadlr. lo hice buscando un hueco para contar lo primero que me viniese a la cabeza y nunca creí que le estuviese poniendo los cuernos a este blog, pero poco a poco ha pasado de tener cuatro fotos a hacerme recuperar las ganas de contar cosas y (tenías razón, Lady Madonna) al final me he dado cuenta de que algunas de ellas pegaban más con la filosofía del blog que con la original de Sentadlr.

Así que aquí estoy otra vez. Con la firme intención de volver a escribir en el blog. Sin cambios, porque lo que era es lo que me gusta que sea. Para lo demás, ya tengo (tenéis) otro agujero.

Bueno, y gracias por seguir ahí.