The De Lorean Dream

Pixel De Lorean

Antes de nada, os pondré en antecedentes. Me apunté para sacarme el carné con 18 años y nunca llegué a presentarme a un examen. Es motivo de mofa entre mis amigos, sé que no está bien que me lleven a todas partes cómodamente, estoy convencido de que tener el carné es útil, que puede abrirte nuevas rutas, pero a mi sencillamente me sale más a barato moverme en taxi y de paso esquivar un poco los problemas "motorizados" de mi ciudad, y más viviendo en el centro o trabajando a 15 minutos de casa.

Mientras otros (como mi gran amigo el Huesos) disfrutan de la conducción y se interesan por los últimos modelos, los caballos de tal o cual bólido y demás asuntos de bujías, mi interés por los coches siempre ha sido equivalente al que tengo por limpiar chimeneas. Simplemente no soy un fan... Con una excepción...¿Cómo es posible que mi coche preferido siga siendo el mismo que cuando tenía 4 años?... Evidentemente, hay un alto porcentaje de razones sentimentales... No conozco a nadie que no quisiese ser Marty McFly... Desde que en la primera escena le veías dormir vestido, el tío ya era el más molón del mundo. Ese coche con el que se viajaba en el tiempo "pero con estilo", era algo de otro planeta. Si mi madre me hubiese dejado, al salir de ver en el cine Regreso al Futuro II hubiese vuelto a entrar. También recuerdo perfectamente la vez que fui con mi tío y mi primo a ver una exposición llamada Hollywood Cars, en la que estaban el Batmóvil, la furgoneta de las Tortugas Ninja o la del Equipo A, pero el mejor momento con diferencia fue cuando posé para la foto cerca del condensador de fluzo, sujetando una puerta que se abre hacia arriba... Me pareció que había salido de la cabeza de algún genio de los efectos especiales y que no era un coche real, pero lo era.

Y me sigue pareciendo el coche más bonito del mundo. La carrocería "Made of Steel" sin pintura, el rollo retro-futurista ochentero, con esas formas esquinadas cuando la tendencia parece ser convertirlo todo en curva, los faros traseros, las ventanillas... Una obra maestra del gran Giorgetto Giugiaro (uno de los más grandes, que llegó a trabajar con Apple tras la vuelta de Jobs en el 97). La historia que tiene detrás es de película, con un capítulo alucinante que habla del dueño y fundador de la compañía siendo arrestado mientras intentaba vender un maletín de cocaína por valor de 24 millones de dólares para intentar salvar su empresa. Genial.

De Lorean

Y ahora viene la tercera parte, que no es un sueño inalcanzable. Rebuscando entre páginas de coches en uno de esos arrebatos que de vez en cuando me dan de volver a intentar sacarme el carné y tener un coche (en este caso por la imposibilidad de viajar, sin perder un riñón, al Salón del Cómic de Barcelona a ver a Moebius y Peter Bagge) dí con un artículo sobre el De Lorean y ya me entró el veneno. Buscando encontré que la nueva DMC tiene sede en Holanda, me puse en contacto con ellos, respondieron instantáneamente y en domingo, contándome que siempre tienen disponibilidad, añadiendo fotos del interior de uno de los modelos y poniendo precio: pueden encontrarse a partir de 20.000 €. Por supuesto que es caro para tratarse de un coche de 1983 que nunca tuvo un motor como para tirar cohetes, pero la cosa hubiese sido manifiestamente peor si mi sueño fuese un Aston Martin :P

El caso es que ya me he puesto a ahorrar. Lo tengo absolutamente decidido. Me iré a Holanda a por el si hace falta. ¿Qué os parece? ¿Estoy muy pirado, verdad?...

De sueños también se vive.